Banco Provincia: la realidad supera la ficción; atiende el público

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Como corresponde una mujer policía efectivo de la Bonaerense, no permitió sacar fotografías en el interior atestado de público en el Banco de la Provincia, en su línea de cajas de la Gerencia Departamental de esta ciudad. Cumplió con su deber, pero no permitió documentar lo sucedido, que no debería volver a ocurrir pero que lamentablemente ya se está haciendo costumbre. Durante la tarde de ayer, hubo turnos que se sacaban con 500 personas que ya lo habían hecho anteriormente y no habían sido atendidas, todo mediante el clásico rollito de papel color con número negro, como en el almacén del barrio o el del sorteo en una kermese parroquial.

En un momento, el público que pasa un promedio de tres horas en el interior del edificio, observa como los propios policías toman el lugar del tablero electrónico que indica el orden y la ubicación de la caja respectiva. El problema es cuando el “sofisticado” indicador colapsa, no da respuesta porque ha sido desbordado. No es raro, sacar el número 720 mientras la atención va por el 210. En ese momento los buenos oficios de la policía, intermedia entre su buena voluntad, el público y los cinco cajeros que atienden tras las mamparas, en su totalidad en la línea de caja de la planta baja.

Cuando la cantidad de usuarios no exige gran demanda, el método (muy doméstico por cierto) da resultados, no sin exhibir una demostración cabal de atención del subdesarrollo. Los muchachos de La Bancaria como no hay paros no aparecen ni en fotos ni en los afiches. Lo suyo son las medidas de fuerza, es decir empiojarle (con toda la vulgaridad que permite la expresión) más la vida a la gente. Colaboración cero.

Maltrato en el Banco de la Provincia: atiende la policía; desborde

Con el mejor de los ánimos críticos, queda la impresión que hay una estructura ociosa o mal distribuida, seguramente que la mano de la demagogia en la anterior conducción del banco más los aprietes y arreglo con el gremio del combativo Palazzo, nos hace vivir esta situación de quiebre del sistema.

Este desorden mayúsculo ya no es una tendencia sino que está consolidado. O tiene escaso personal, exceso de clientes y operaciones, o bien, la tecnología no es la adecuada en la medida que la institución requiere.

Líneas y planes nuevos, instrumentación de los mismos  le agregan lentitud exasperante, que no puede ser superados por las áreas respectivas. mdphoy.com ha venido señalando que la gestión del vocero político de Scioli (en su campaña presidencial)  Gustavo Marangoni,  devenido en presidente del Banco de la Provincia, cobraba su sueldo a expensas de la institución crediticia madre de los bonaerenses, mientras hacía política, así dejaron el banco tras el paso de su gestión.

Ya en su momento las fuentes consultadas, hablaban de los quioscos que  estaban abriendo desde las estructuras superiores de la entidad, con la concomitancia del sindicalismo bancario. Según los datos reunidos el sistema informático, las redes y el equipamiento tecnológico, que se incorporó al Banco Provincia ya era material obsoleto, sin embargo se insistió a pesar de ser incompatibles técnicamente. El resultado lo estamos pagando, ya no responde a las exigencias de un funcionamiento de las necesidades que plantea la actual política de la institución.

Hay diversas lecturas que conducen al actual cuadro de situación, y no se descarta que algunas razones obedezcan a cuestiones que tengan relación con una dinámica que se había perdido desde hace años. Es decir, la consecuencia de las medidas económicas que están entrando en otra lógica, que obviamente no era ni la de Daniel Scioli ni la de Gustavo Marangoni.

En definitiva, ayer el público remanente, una vez cumplido el horario de cierre de ingreso, se debió hacer cargo a partir de las 16.00 (cuando se fueron los policías) de ir cantando los números a todas las personas que aún permanecían en el lugar y esperaban cumplir con su trámite ante los cajeros manuales. El problema llegó cuando le tocó el turno a quien oficiaba de cantor, un detalle que obró como una hecatombe, pero ya sólo quedaban alrededor de 50 personas, era viernes y el próximo lunes empieza otra semana corta.

mDPHOY

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